jueves, 22 de abril de 2010

Garzón investiga los crímenes del franquismo, la zorra se pone a guardar a las gallinas


No deja de ser curioso, que una persona que ha causado tanto dolor como lo hizo el innombrable señor de los Pantanos, que ha aplicado una legislación de excepción en teoría tan parecida a la que se promulgaba en la posguerra española para juzgar delitos políticos, se haya convertido para algunas personas en el defensor de todos aquellos que precisamente hace cuarenta años estaban en una situación que ahora sufren todas las víctimas de este señor.
Esta situación surrealista se ha convertido en el nuevo divertimento de la progresía española, la cosa no pasaría de ser una mas de las innumerables chanzas orquestadas por los “puntales rojos del Capital” para realzar su perfil oportunista maquillado de radical de no ser por la gravedad que tiene el tema. El auto judicial dictado por Garzón y el ataque de la extrema derecha parece haberles hecho sentir una especie de aldabonazo en sus conciencias que les ha descubierto de forma espontánea que el actual Estado es la continuación de la estructura burocrática franquista y que los miembros de la judicatura y por ende las instituciones judiciales son herederas directas de los tribunales inquisitoriales que condenaron a muerte y participaron de forma activa en la tortura y la represión de miles de obreros y campesinos. Algunos miembros del gobierno tras el procesamiento de Garzón han visto la oportunidad de sacar a pasear su lado mas demócrata y como tal se atreven a poner en cuestión el Estado de las cosas, mientras tanto, muchos de los que veían en el proyecto republicano la salvación nacional han corrido rápidamente a desmarcarse de la “causa general” que el magistrado superstar se ha sacado de la manga, desgraciadamente esto se veía venir. Algunos ya lo advirtieron que el movimiento republicano podría ser fagocitado (aunque en realidad ya nacía un poco con esta enfermedad) por la fracción de la burguesía que representa el PSOE y sus grupos de presión mediáticos y económicos que en este caso se han hecho profundo eco de todo lo que rodeaba a este asunto. Los que hace tan solo un par de años se hacían cruces ante las peticiones de declarar nulas las sentencias de los tribunales de excepción franquistas han afirmado en un lapso de tiempo bastante corto y sin ruborizarse la continuidad de las instituciones judiciales del Estado respecto de los tribunales fascistas. ¡Qué gran maniobra! Desde luego ni el mismo Nicolás de Maquiavelo lo hubiese urdido mejor, tocar sentimentalmente a los familiares de los asesinados y desaparecidos para que se puedan dar situaciones como la de la foto haciendo bueno el refrán “a río revuelto ganancia de pescadores” de aquellos que su miseria moral les permite pescar con el mas dañino de los anzuelos los anhelos de justicia y dignidad de los allegados de unos muertos que desde hace setenta años permanecen en las cunetas de nuestros campo y en los márgenes de la memoria de los poderosos.
Los crímenes del franquismo aparecen y desaparecen cuando a determinados personajes pueden obtener réditos políticos y distraer la atención del verdadero problema que supone la opresión burguesa para el proletariado y los pueblos de el Estado español y cuya destrucción es la única forma de poder honrar a los miles comunistas, anarquistas y demócratas revolucionarios que fueron víctimas del genocidio fascista.

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